jueves, 8 de enero de 2015

Edad prohibida, de Torcuato Luca de Tena

Reseña de Edad prohibida, de Torcuato Luca de Tena, por Roberto Arias.

Estamos  ante un libro de otra época, ante un libro que quien no sea consciente de la historia reciente de España ,quizá no vea esos retazos del pasado...o quizás no tan pasado. En las páginas de este libro se nos retrata una sociedad donde la iglesia, representada por los curas maestros. decide  y juzga lo que está bien o no. Para entender esta sociedad hay que tener en cuenta el tiempo en el que transcurre la narración: en plena guerra civil española.

Son tiempos donde la iglesia católica, como opción religiosa, es la única considerada válida. En este contexto es donde se desarrolla la pubertad de nuestro grupo de amigos, protagonistas de la narración, los cuales se rebelan contra esa autoridad como es propio de adolescentes.

He ahí la idea que origina el titulo de la novela, “La edad prohibida”. “Prohibida” según la opinión de ese cura maestro que, con toda su buena intención, le explica a su alumno Anastasio que es por tener tan sólo 15 años que tiene ese cúmulo de sensaciones, dudas y sentimientos de culpabilidad cuando se aleja de ese “camino correcto” que marca la educación religiosa que ha recibido.

Visto con la perspectiva de los años, y quizás de la edad de este lector, este libro se me torna como un libro de otros tiempos, si no pasados, al menos lejanos. Nótese en la narración, incluso, varios apuntes del autor evitando escribir las palabras exactas que dirían los personajes o describirían algunos de los escenarios por no ser apropiadas para la imprenta.


Ante el calificativo de “prohibida”, ¿quién puede prohibir la vida? ¿el ansía de vivir?¿la curiosidad de aprender?¿la emoción de experimentar? Es en la pubertad donde, dicen, se forja la personalidad del individuo. Prohibir esa edad es como prohibir sembrar para recoger buen fruto después. Y al igual que cuando sale el sol la  semilla germina, cuando un niño quiere vivir, vive, curiosea, experimenta y vive; sigue su camino y crece, pese a que se lo quieran prohibir.

Roberto Arias
www.clubdelecturaparlaeste.blogspot.com

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